Desde el ICWF (Centro Internacional Trabajo y Familia, en sus siglas en inglés) del IESE Business School de la Universidad de Navarra, la profesora Mireia Las Heras, comparte importantes reflexiones para que los trabajadores y empleadores vivan una experiencia laboral eficiente. En esta nota te contamos cuáles son.
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La crisis por COVID-19 exige que nos adaptamos a nuevos modelos de trabajo, de relacionamiento y de vida. Hoy, el espacio de trabajo se ha fusionado con el hogar y en ese contexto, es imprescindible trabajar en el bienestar laboral para poder cumplir con un trabajo de calidad.
La profesora Mireia Las Heras, Directora del Centro Internacional Trabajo y Familia, ha realizado un estudio donde destaca que los hombres aplican una actitud lúdica en la vida mayor que las mujeres, en un rango de edad que va desde los 20 hasta los 65 años. Inclusive, destaca que los hombres entre 41 y 50 años que tienen hijos, tienen una actitud lúdica (relativo al juego, entretenimiento o diversión) 3 veces mayor a la de los hombres que no tienen hijos.
Lo mismo ocurre en el trabajo. Los hombres tienen un 47% contra un 39% de actitud lúdica durante el trabajo. En el caso de las mujeres, en especial las que están entre los 31 y 50 años, la actitud lúdica disminuye en este contexto, hasta en un 30% para las que no tienen hijos.
Es por ello que este estudio enfatiza en la importancia de ludificar los días en el trabajo, las tareas familiares y los días en general para salir de la monotonía. Así, surgen 4 consejos clave para garantizar un trabajo efectivo, tomando como punto de partida el uso de elementos lúdicos. Conoce aquí cuáles son.
- Involucrarse en la consecución de metas. Trazar un objetivo o misión es tarea inherente de cualquier juego. Ajustar esta tarea para cumplirla desde el área laboral puede ser de alta utilidad y ayudar a sentirnos más libres. Perseguir continuamente maneras de hacer mejor las cosas para ser más eficaces y eficientes.
- Identificar elementos de competición. No necesariamente con los colegas sino con uno mismo. No se debe pensar en ganar o perder, sino en lograr trabajos colaborativos en los que, si uno mismo mejora, todos mejoran.
- Encontrar elementos de diversión en cada tarea. Se puede encontrar diversión en la consecución de cada tarea, por ejemplo, fortaleciendo las relaciones con los otros colegas. Uno puede cansarse o agotarse, sin embargo, el reto está en superarse y en encontrar maneras nuevas de encarar los retos diarios.
- Aprender de las experiencias. Preguntar, experimentar y medir. Contar con una actitud abierta para vivir nuevas pruebas y errores y rescatar lo mejor de cada uno. El incorporar esta actitud lúdica en el trabajo nos permitirá también reducir la resistencia al cambio.
Incorporar estos cuatro elementos (la involucración en las tareas, el identificar los elementos de competición y los de diversión, así como el aprender a través de las tareas) nos puede aportar muchas ventajas a nosotros como empleados, a nuestra empresa, y a la sociedad en general.
Cuando una persona es capaz de incorporar el modo lúdico en su trabajo, busca de manera natural la colaboración y el aprendizaje mutuo, y esto tendrá un impacto en una mejor consecución de los objetivos. Disfrutará más de su trabajo. Y eso lo llevará además a otros ámbitos de desarrollo personal, como la familia y la sociedad.
Referencia al estudio:
“Mujeres y Hombres Trabajando en Remoto durante COVID-19” Estudio liderado por IESE Business School, Prof. Mireia Las Heras y Maria Barraza.
https://mireialasheras.com/research-reports/wellworking-contenido-en-espanol/
Con la colaboración de UNIFRANZ en Bolivia; Universidad de los Andes, Chile; Universidad del Istmo, Guatemala; Visum Consultores, en Honduras y PAD Business School.
Muestra: 2690 personas, con un total de 9800 días reportados. El 98% de los participantes son de España, Chile, México, Bolivia, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Bolivia y Guatemala.
Sobre UNIFRANZ
La Universidad Privada Franz Tamayo – UNIFRANZ cumplió 27 años de trayectoria en educación superior y mantiene el compromiso de acompañar la evolución de la sociedad en este mundo globalizado. Su actual modelo pedagógico tiene un enfoque por competencias que se apoya en tres pilares: el saber, el saber hacer y el saber ser, a fin de formar profesionales con talento de clase mundial. Igualmente, UNIFRANZ considera vital la internacionalización en su visión de una universidad disruptiva y transformadora que apunta a cambiar el modelo educativo en Bolivia. Cuenta con una infraestructura de más 65.000 metros cuadrados construidos en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. Unifranz obtuvo la recertificación de calidad ISO 9001: 2015.
Esta ecuación resume el futuro de la educación; donde convergen lo mejor del aprendizaje presencial y virtual, gracias a una innovadora sinergia entre el aprendizaje e-learning que recurre a clases virtuales en entornos sincrónicos y asincrónicos y el aprendizaje práctico que se desarrolla en un entorno presencial equivalente al mundo laboral. La combinación de aprendizajes permite potenciar las competencias que requiere un profesional de clase mundial.