Obtener el puntaje perfecto no ocurre todos los días. A Javier Rozas le costó año y medio llegar a un promedio general de 100% y en el camino atravesó por una serie de dificultades. La mayor de ellas: la hospitalización en terapia intensiva de su hermano, soportar el traslado de su ser querido a España, quedarse solo y esperar las pocas noticias que recibía de su familia.
“Por un momento llegué a pensar que iba perder a mi hermano. Debía ir a la universidad cuando él estaba hospitalizado y me venían ganas de llorar. Me costó bastante concentrarme en los estudios, pero el apoyo de mis docentes y compañeros fue fundamental en esa dura situación. Más aún, teniendo a toda mi familia en España”, aseguró Javier Rozas, estudiante de Diseño Gráfico y Producción Cross Media de Unifranz Santa Cruz.
El joven de 24 años alcanzó el promedio perfecto el primer semestre de este año e ingresó al Cuadro de Honor de la universidad. Ahora espera que su historia pueda inspirar a más estudiantes a alcanzar la excelencia. En el primer semestre obtuvo un promedio general de 97,8%; en el segundo, a pesar de atravesar la complicada situación médica de su hermano, llegó a 99,7%.
¿Cuál es su secreto? Rosas nombró cuatro hábitos que le lograron alcanzar un óptimo rendimiento: Primero, controla bastante su tiempo; segundo, le gusta ser “muy organizado”; tercero, tener “todo bajo control”; y cuatro, dedica tiempos precisos al gimnasio. “Ser organizado y perfeccionista me ayuda a cumplir con todo lo que me propongo”, afirmó.
Javier encontró en el estudio una forma de enfocar su atención y no dejarse consumir por la preocupación sobre la salud de José Luis, su hermano mayor, quien durante 21 días estuvo en terapia intensiva por una fuerte infección bucal.
Carlos Perrogón, decano académico de Unifranz Santa Cruz, aprovechó la oportunidad para destacar el desempeño de los estudiantes. “Nos enorgullece reconocer que se entregan por completo a su formación profesional. Es importante que siempre tengan objetivos grandes, pero sobretodo, siempre quieran alcanzar la excelencia donde sea que vayan”.
¿Y la motivación?
Javier reconoció que creer en uno mismo y ser paciente son factores importantes para seguir adelante, pero agregó que la principal motivación es su familia. La Teoría de la Autodeterminación detalla dos tipos de motivación: la intrínseca que surge de un interés personal o satisfacción; y la extrínseca que es la que proviene de recompensas externas o presiones sociales.
James Robles, director de la carrera de Psicología en Unifranz Santa Cruz, define la motivación como las fuerzas internas o externas que impulsan a una persona a llevar a cabo una acción. Es como el motor que impulsa a obrar y lograr un objetivo o satisfacer una necesidad.
Agregó que los familiares pueden proporcionar un ambiente de apoyo que fomente la motivación, la autoestima y la confianza en el estudiante. Además, pueden ayudar a mitigar el estrés y las presiones relacionadas con la educación superior y la toma de decisiones profesionales.
“Mi familia -continuó el estudiante- es mi mayor red de seguridad en cada paso que doy, son quienes me inspiran en todo momento, confían en mí y en mis sueños. Llegar aquí requiere mucha dedicación y, el tener a tu familia apoyándote, te hace sentir que lo tenés todo”.
Ahora, el objetivo de Javier es mantener la excelencia en los próximos semestres. Al terminar la carrera viajará a España para continuar con su formación y potenciar el valor de internacionalización que Unifranz imparte en sus estudiantes.
Javier es uno de mu has estudiantes que tiene una meta bien trazada, trabaja y se dedica para conseguirla.. como persona es colaborador y metódico. Tiene el éxito asegurado. Felicidades Javier es el primer paso para cumplir tus sueños. Sigue Adelante!