En el mundo del diseño gráfico, el color es mucho más que una cuestión estética; es una herramienta de comunicación que puede influir en las emociones, percepciones y decisiones del público y espectador.
Desde la publicidad hasta el branding y la creación de interfaces digitales, el uso inteligente del color es fundamental para transmitir mensajes efectivos y generar impacto visual.
“La función del color va mucho más allá del aspecto estético porque funciona como código, marcador social, identificación iconográfica y principalmente transmite emociones y sentimientos”, indica Iyorbanka Cuiza, directora de la carrera de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Los diseñadores gráficos entienden que cada color tiene asociaciones culturales, psicológicas y emocionales únicas. Por ejemplo, el rojo puede evocar pasión, urgencia o peligro, mientras que el azul puede transmitir calma, confianza o profesionalismo.
Cuiza sostiene que “todos los colores son adecuados, dependiendo del contexto en el que se los utilice, lo que sí hay combinaciones que no son adecuadas por temas de visibilidad y contraste. Por ejemplo: Gris y marrón, azul y negro, rojo y verde, rojo y naranja, entre otros”.
Sin embargo, estas asociaciones pueden variar según la cultura y el contexto, por lo que es crucial considerar el público objetivo al seleccionar paletas de colores.
Establece jerarquías visuales
Además de evocar emociones, el color también puede influir en la legibilidad y la jerarquía visual.
El contraste entre colores puede mejorar la legibilidad del texto y destacar elementos importantes en un diseño. Del mismo modo, el uso de colores brillantes o llamativos puede dirigir la atención del espectador hacia ciertos elementos o mensajes clave.
En el branding y la identidad corporativa, el color desempeña un papel fundamental en la creación de una impresión duradera en la mente del público. Los colores se convierten en parte integral de la marca, ayudando a diferenciarla de la competencia y a transmitir sus valores y personalidad.
En el diseño de interfaces digitales, el color también cumple una función práctica, ayudando a organizar la información y guiar al usuario. La consistencia en el uso del color puede mejorar la usabilidad y la navegación, mientras que el cambio de color puede indicar estados o acciones específicas dentro de una interfaz.
¿Qué es el color?
El color es una sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda. Es una percepción visual que se genera en el cerebro.
Cuiza puntualiza que “el color es una impresión producida por un tono de luz en los órganos visuales; más que una visión, es una percepción visual que se genera en el cerebro de las personas”.
En el ámbito del diseño gráfico, el color juega un rol fundamental porque tiene un impacto significativo en la percepción de un mensaje visual, transmitir una emoción, enfatizar una idea o crear experiencias contribuyendo al mensaje que se pretende comunicar.
Para un diseñador gráfico, crear una imagen corporativa sólida es una de las principales metas, ya que esto contribuye a recordar la identidad corporativa y aumenta las posibilidades de que un potencial cliente regrese y haga una compra. No es solo el diseño de cómo se verán las cosas, sino que la combinación de color también puede hacer que algo sea extremadamente interesante para un usuario, según KeepCoding Tech School.
“La importancia del color en el diseño se relaciona con generar emociones en los usuarios, por lo que hay que hacer un trabajo de investigación previo para entender cómo el diseño va a afectar al consumidor. Se ve en el diseño web y el branding; cada uno tiene un objetivo: impactar”, puntualiza.
Tendencia actual
En tanto, Lita Domínguez, directora de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia en Unifranz Santa Cruz, asegura que hay algunas tendencias que han sido populares en los últimos tiempos y menciona seis de ellas:
- Colores brillantes y audaces. Colores como el amarillo brillante, el rosa fucsia, el verde lima y el azul eléctrico se utilizan para captar la atención y transmitir una sensación de energía y vitalidad.
- Paletas de colores pastel. Estos tonos sutiles, como el rosa palo, el azul cielo, la lavanda y el verde menta, aportan una sensación de calma y elegancia.
- Colores monocromáticos. Esta técnica crea una estética minimalista y sofisticada, que genera contraste y profundidad en el diseño.
- Colores naturales y terrosos. Estos colores transmiten una sensación de conexión con la naturaleza y una estética orgánica y cálida.
- Colores degradados. Los diseños con transiciones suaves de un color a otro añaden un aspecto dinámico y llamativo a los proyectos visuales.
- Colores retro y nostálgicos. Los colores retro, como los naranjas quemados, los verdes oliva, los rosas vintage y los azules marinos, evocan una sensación de nostalgia y añaden un toque vintage a los diseños.
“Es importante tener en cuenta que las tendencias de colores pueden variar con el tiempo y es esencial adaptarse a las necesidades específicas de cada proyecto y público objetivo”, dice Domínguez.
Los diseñadores gráficos que comprenden el impacto del color y lo utilizan estratégicamente pueden crear diseños que no solo sean visualmente atractivos, sino también efectivos en la transmisión de mensajes y la creación de experiencias significativas para el público.