Estudiantes de colegio; universidades; emprendedores; fabers o desarrolladores; y makers, jóvenes innovadores que crean a partir de la tecnología, formaron parte de los laboratorios de co-creación rumbo al 2023 en el Futures Week® 2023. Proyectan ciudades inteligentes con proyectos que van desde la reducción de emisiones de CO2 con la instalación de parqueos digitales; hasta el cuidado del medio ambiente con macetas inteligentes.
“Nos hicieron pensar más allá de las tareas que realizamos; nos ayudaron a tener en claro cómo impulsar a nuestra ciudad y a nuestro país para que sigan creciendo”, declaró Sofía Lima, una de las estudiantes que participaron en la semana del futuro en la capital oriental y que también se desarrolló de forma simultánea en La Paz.
¿Cómo estamos y hacia dónde vamos? Expertos nacionales e internacionales presentaron cuál es la situación, los problemas y retos que debe enfrentar el país en cada uno de los cinco ejes que marcaron el Futures Week® y son: los futuros de la salud, educación, medio ambiente, trabajo y ciudades.
El que más despertó conciencia de los estudiantes fue el tema del medio ambiente debido a los altos niveles de contaminación causados por los chaqueos ilegales. Una de las primeras propuestas fue la reducción de las emisiones de CO2 generadas por los vehículos automotores.
Para ello, Ricardo Mendoza, estudiante del colegio Saint George, propuso el diseño de parqueos digitales. El conductor sabrá en qué lugar existe un espacio para estacionar y evitará dar vueltas, perder tiempo y quemar combustible. “Vimos los casos más problemáticos de la ciudad y uno de ellos es el tráfico, la inseguridad y la economía. Queremos un proyecto, en el caso del transporte, que permita mejorar la circulación porque siempre fue un caos. Hay que colocar un orden para que sea más efectivo”, afirmó.
Los estudiantes se reunieron en torno a los cinco ejes y el siguiente paso es la presentación de un prototipo como lo desarrollaron los integrantes del grupo “Buddyplant. El mejor amigo que puedas tener”.
Los estudiantes advirtieron la poca conciencia del cuidado del medio ambiente, las plantas y decidieron actuar con los niños. “El mensaje a los menores puede despertar más interés, saber cómo se cuidan las plantas y cuáles son sus beneficios. La idea es crear una maseta inteligente que va a poder interactuar con el niño; que le diga si le falta agua, sol o aire”.
El menor, además, tendrá una aplicación en su equipo móvil que se conectará con otras macetas. De esta forma construirán redes sociales en las que podrán subir fotos, tener áreas de educación donde se presentarán diferentes tipos de plantas y cuáles son sus beneficios.
Las ideas generadas durante los días del Futures Week, tienen como escenario el FabLab Santa Cruz en el que las prototipan para ser presentadas en la jornada de conclusiones.
En el campo de la medicina, Carlos Parra destacó el impacto de la Inteligencia Artificial (IA), las impresoras 3D como las que tiene el FabLab de Santa Cruz. “Va a ser importante el uso de biomateriales, nuevos medicamentos y tratamientos innovadores. Por ejemplo, ya se están imprimiendo órganos en países como Estados Unidos. Ese nivel de avance llegará en pocos años a la región”, afirmó.
Parra aseguró que hacia el 2030 los hospitales serán “más tecnológicos” pero al mismo tiempo subirán sus requerimientos por nuevas enfermedades. “Con los nuevos avances se va a facilitar los procedimientos que se desarrollen en quirófanos y tratamientos nuevos”.
Marilia Milán, de nacionalidad brasileña, especialista en medicina que asistió al Futures Week® aseguró que las enfermedades continuarán mutando, pero desconoce la forma en que afectará a las personas. “Se enfrentará toda enfermedad con mucho estudio e investigación. Los tratamientos dependen de la forma en que se presentará el mal, de qué virus, o qué bacterias surgirán”
¿Cuál es la situación?
El Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) presentó, en las ciudades de La Paz y Santa Cruz, cuál es la situación del país respecto al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). El informe da cuenta que sólo un 15% están bien encauzados; mientras que un 37% se hallan estancadas o retrocedieron y un 48% se encuentran en una situación “grave” o moderadamente retrasada.
Los jóvenes y expertos internacionales participaron del taller de simbiocreación que duró tres días. Este espacio sirvió para romper sus límites mentales de los jóvenes, trabajar en equipo y juntos lanzar propuestas para construir mejores ciudades en el 2030.
Henry Sánchez, líder en metodologías de aprendizaje interactivo-digital y creador educativo en el Fab Lab Perú explicó que la simbiocreación es la convergencia de ideas. “Acá (en La Paz) hay un grupo de más de cien jóvenes que están creando proyectos de alto impacto. Ellos comprendieron que la competencia es interesante para la motivación pero la convergencia es mucho más potente y es la oportunidad de que su idea se junte con otra y sea más potente”.
El taller comenzó con prácticas que permitieron a los estudiantes identificar cuál es el propósito de vida, el motor y el combustible que los lleva a generar un impacto positivo en la sociedad. Esta idea les permitió aterrizar un proyecto individual y con esa base se agruparon con otros que tenían los mismos intereses para unir sus propuestas. En la etapa final, crearon un solo proyecto por cada uno de los ejes.
Para Sánchez, luego vendrá lo más complicado para los estudiantes: poner en marcha su idea innovadora. En el Fab Lab de Perú trabajan en el “minimax” que significa usar mínimos recursos para alcanzar el máximo impacto. “Seguro en este momento de su vida no tienen los recursos, los contactos para generar sus emprendimientos, pero siempre hay formas para ver el máximo potencial para llevarlos a la realidad”.
En los laboratorios de La Paz y Santa Cruz los estudiantes se distribuyeron en equipos de diseño, de redes sociales, mentory para presentar sus proyectos finales. “Lo que esperamos es el cambio del chip, el cambio de la forma de pensar de los jóvenes, que entiendan que es mejor converger en lugar de competir; y usar lo que tiene para obtener un impacto en el entorno y, porqué no, en el mundo”.