Una fotografía del momento, así es como los investigadores sociales se refieren al Censo de Población y Vivienda 2024 que se llevará a cabo el próximo 23 de marzo y que aportará datos sociales, económicos y demográficos del país, actualizados y precisos.
“El contar con datos correctamente recolectados de la población nos sirve para establecer líneas base. Es como tomar una fotografía de la población que queremos estudiar, de la situación que queremos analizar y que podemos ir convirtiendo en una película a medida que vayamos tomándola en distintos momentos, nos va a dar una línea de tiempo que va a mostrarnos si el problema que estamos analizando o si la solución que hemos dado, está generando resultados”, explica Gabriela Sanjinés, directora del Instituto de Progreso Económico Empresarial (IPEE) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El 23 de marzo, cada uno de los hogares del país será visitado por un censista voluntario, el cual realizará un cuestionario de 59 preguntas a los habitantes de la vivienda, dichas preguntas están organizadas en siete módulos o capítulos, indica el Instituto Nacional de Estadística (INE) e incluye 10 preguntas nuevas, en comparación con el cuestionario utilizado en el último censo realizado en Bolivia, en 2012.
“El contenido del Cuestionario Censal recolecta información que cambia de acuerdo a las características de una sociedad en su momento. El cuestionario actual presenta capítulos y preguntas que recogerán datos estadísticos de la población con precisión, esta información será valiosa para que el gobierno central, gobiernos departamentales y municipales elaboren políticas públicas en favor de la población”, señala el INE.
Los siete capítulos del cuestionario son los siguientes:
- Ubicación de la vivienda
- Tipo de vivienda
- Características de la vivienda con personas presentes
- Emigración internacional
- Mortalidad
- Listado de personas
- Características de cada persona
Este instrumento estadístico, al igual que en censos anteriores, recoge la información relacionada a las características demográficas, la cultura, el idioma, la educación y el empleo, áreas que permiten obtener una descripción más precisa sobre la situación actual de las y los bolivianos.
Para Jorge Veizaga, investigador del Centro de Estudios de Poblacionales (CEP) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), los datos recabados durante el censo, servirán, por ejemplo, para trabajar en proyecciones poblacionales a nivel metropolitano, lo que a su vez ayudará a comprender mejor fenómenos como la migración y la pobreza.
“Como investigadores, estamos esperando con ansias la información del censo, porque con ella podríamos hacer el análisis puntual del presente, pero también ir completando lo que ya se había avanzado a partir del estudio de los censos anteriores, de cuál es la tendencia y el proceso de varios temas. Por ejemplo, los temas de migración y pobreza, vivienda, empleo, educación, entre otros. Requerimos esta información para poder ver cómo están los niveles de calidad de vida, educativos, de empleo, en qué dimensiones podemos encontrar mayores brechas, si es por sexo, por condición étnica, u que otros factores”, explica.
Sanjinés, por su parte, agrega que será importante también comparar los datos recabados en este censo con los obtenidos en 2012, ya que a partir de éstos se podrá medir el avance o retroceso en diversos temas y comprobar si las proyecciones hechas en el pasado se han cumplido o no.
“A partir de la comparación de los datos podemos hacer proyecciones de cuánto ha crecido, no solo la población sino también otros parámetros y analizar distintos ámbitos. Es decir, si yo quiero hacer un estudio de cualquier tema, voy a utilizar los datos que me da el censo. A partir de ahí, de esa fotografía, recién voy a darme cuenta de cómo estamos o cómo hemos mejorado, para después apuntar a cierto grupo poblacional”, acota.
Por ejemplo, la investigadora explica que podremos hacer una comparación directa de los avances o retrocesos ocurridos en los últimos 12 años.
“Si vemos del 2012 al 2024 son 12 años en los que el mundo ha cambiado mucho, seguramente cuando se estableció la regla de hacer el censo cada 10 años no teníamos tantos cambios tan seguidos. En estos 12 años vamos a ver otro mundo, porque estamos más globalizados, conectados. Las cosas que antes no eran tan relevantes ahora lo son”, expresa.
Por ejemplo, la inclusión digital y empleo, dos temas que han tenido avances significativos en los últimos años, podrán ser analizados de mejor manera.
“El censo nos va a mostrar esa inclusión digital que necesitamos, si realmente estamos todos conectados o si persisten estas brechas tecnológicas que suponemos, porque hasta ahora lo estamos asumiendo, que existe una brecha digital entre el campo y la ciudad, los datos del censo nos van a mostrar por ejemplo si existe esa brecha digital. En otro ámbito, nos van a mostrar cómo estamos afrontando el tema laboral desde los grupos vulnerables, cuánto ha cambiado este mundo en el tema laboral. Ahora estamos hablando de investigaciones que se basan en encuestas, investigaciones más sociológicas, más cualitativas de que hay una brecha laboral en el tema de la mujer o en el tema de los jóvenes, los datos del censo nos van a mostrar si es que realmente hay esa brecha o si ha cambiado la configuración”, finaliza la Directora del IPEE.