Un abrazo cargado de emoción unió a las jugadoras y al técnico de la selección de futsal femenino de Unifranz El Alto tras levantar el trofeo de campeonas en las Olimpiadas Unifranz. Con la medalla de oro al cuello y el trofeo en alto, el equipo celebró el resultado de meses de arduo trabajo, dedicación y sacrificio. El 6 y 7 de diciembre, Cochabamba se convirtió en el epicentro de la pasión deportiva, y fue ahí donde las guerreras alteñas conquistaron la gloria.
“Este triunfo es el resultado de meses de entrenamiento, sacrificio y unidad. Estamos muy orgullosas de llevar esta presea a casa y de inspirar a más compañeras a perseguir sus sueños en el deporte,” declaró Nayeli Lobo, capitana del equipo ganador, con una sonrisa que reflejaba la alegría de haber alcanzado un sueño colectivo.
Las Olimpiadas Unifranz, que reunieron a las mejores deportistas de las sedes de El Alto, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, fueron una verdadera fiesta deportiva donde el respeto, el trabajo en equipo y la excelencia se apoderaron de cada encuentro. “En un mundo que enfrenta tantos desafíos, las olimpiadas son un recordatorio de lo poderosos que podemos ser juntos. Aquí no hay divisiones, solo un deseo común de alcanzar lo extraordinario”, enfatizó Verónica Ágreda, rectora de Unifranz.
Una delegación que deja huella
El oro en futsal femenino no fue el único logro de Unifranz El Alto. La delegación también se destacó en otras disciplinas, demostrando que el espíritu competitivo y la perseverancia forman parte de su ADN. En la Spartan Race, una exigente competencia que combina fuerza, resistencia y estrategia, lograron un destacado segundo lugar. Este resultado subrayó la capacidad de los deportistas para superar sus propios límites.
Tanto en rama femenina como masculina, los equipos de voleibol y básquet obtuvieron el tercer lugar. Aunque el oro no llegó esta vez, los jugadores regresan con importantes aprendizajes y el compromiso de seguir mejorando.
“No ganamos el oro, pero nos llevamos algo mucho más valioso: lecciones que nos harán más fuertes,” reflexionó Wendy Mamani, jugador del equipo de básquet.
Más allá del deporte: una experiencia inolvidable
Para los deportistas de Unifranz El Alto, las Olimpiadas fueron mucho más que un evento deportivo. Fueron una oportunidad para fortalecer lazos, construir amistades y vivir experiencias que marcarán sus vidas.
“Como representantes de El Alto, volvemos a casa con medallas, pero también con recuerdos y aprendizajes que llevaremos siempre con nosotros,” compartió Amilkar Mercado, jugador de futsal.
El próximo encuentro será en 2026, una cita que ya genera entusiasmo en la comunidad universitaria. Mientras tanto, Unifranz continuará promoviendo el deporte como un motor de unión, esfuerzo y superación.
Hoy, el oro conquistado en futsal femenino es más que un trofeo; es un testimonio del talento, la determinación y el espíritu de excelencia que caracteriza a Unifranz El Alto.
¡Enhorabuena, campeonas!