Aprender a manejar el dinero: una lección que falta en las escuelas

By Paula Beatriz Cahuasa

Imagen Unifranz

Por Jorge López

La educación financiera no solo se trata de ahorrar o evitar deudas, es una herramienta que puede marcar la diferencia entre vivir al día y construir un futuro estable; sin embargo, a pesar de su importancia, todavía no ocupa un lugar central en la educación escolar. Muchos jóvenes salen del colegio sin saber cómo funciona una tarjeta de crédito o cómo hacer un presupuesto mensual.

“Una de las mejores propuestas es enseñar desde el nivel primario educación financiera. Hoy en día, los niños tienen un nivel alto de asimilación y adaptación al dinámico entorno del mundo digital, pero siempre y cuando se tomen los recaudos respectivos y se les muestre los riesgos de no cuidar sus finanzas personales”, explica Orlando López, docente de la carrera Ingeniería Económica, de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

Uno de los principales motivos para incluir la educación financiera en los colegios es que las habilidades adquiridas desde temprana edad pueden prevenir problemas financieros futuros. Los jóvenes que aprenden sobre presupuestos, ahorros y manejo de deudas están mejor preparados para enfrentar las responsabilidades económicas en la adultez.

“La educación financiera es esencial para el empoderamiento de las personas y una herramienta crucial para la inclusión financiera, la estabilidad económica y el crecimiento”, asegura Gabriela Ramos, exdirectora de Educación y Competencias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE.

El ambiente escolar permite tratar estos temas de manera estructurada, formando bases sólidas que se integrarán en cada etapa de su vida. Los estudiantes no solo aprenden sobre números, sino también sobre el valor de conceptos abstractos como el esfuerzo, la paciencia, y la responsabilidad. 

“El mayor desafío es el actual modelo educativo del país, con una currícula que no solamente retrasa el aprendizaje y aprovechamiento de las nuevas tecnologías, sino que hace retroceder en materias que la evaluación PISA realiza cada año y se centra en tres competencias consideradas troncales: ciencias, lectura y matemáticas”, comenta López. 

En el día a día, decisiones simples como comprar a cuotas o usar una aplicación de pagos tienen consecuencias que la mayoría desconoce, no se trata de tener mucho dinero, sino de entender cómo usar lo que se tiene. Por eso, cada vez más voces piden que la educación financiera sea parte de la formación básica desde temprana edad.

«Más de dos tercios de los estudiantes utilizan regularmente productos y servicios financieros, pero sus niveles de alfabetización financiera siguen siendo demasiado bajos para garantizar que puedan evitar riesgos financieros”, señala la OCDE en un artículo publicado en la plataforma de INESE, una comunidad de profesionales del sector asegurador de España.

Beneficios de la educación financiera en los jóvenes

Incorporar educación financiera en los colegios no solo beneficia a los estudiantes individualmente, sino que también impacta a la sociedad. Según el experto y docente de Unifranz, algunos beneficios incluyen:

  • Responsabilidad financiera: los jóvenes aprenderían a no gastar por impulso y a entender las repercusiones de las deudas irresponsables, evitando problemas económicos en la adultez.
  • Promoción de la igualdad: la educación financiera desde la escuela contribuye a disminuir la brecha entre quienes tienen acceso a recursos educativos y quienes no, permitiendo que todos los estudiantes reciban los mismos conocimientos esenciales para enfrentar el mundo financiero.
  • Impacto en la economía local: las generaciones educadas financieramente tienden a gastar de manera más inteligente, ahorrando e invirtiendo, lo que a largo plazo fortalece las economías locales.

Como otros países de la región, Bolivia enfrenta el reto de diseñar una estrategia nacional de educación financiera que sea accesible y equitativa. No se trata solo de talleres esporádicos o campañas en redes, sino de una política pública que reconozca la urgencia de formar ciudadanos financieramente competentes.

“El sector privado es primordial para el crecimiento económico de todo país, el sistema financiero podría desarrollar programas de enseñanza temprana a los diferentes colegios, podría hacer convenios con universidades para visitar a las diferentes unidades educativas. El sistema financiero es el nexo que canaliza los recursos y hace posible el sistema de pagos a nivel nacional e internacional”, concluye López. 

De esta manera, la inclusión de la educación financiera en el aula podría transformar el futuro de miles de jóvenes, preparándolos para afrontar los desafíos financieros de manera informada y responsable, y asegurando una base sólida para el desarrollo de sociedades más estables y prósperas.

INFOGRAFIA BLOG EDUCACIÓN FINANCIERA
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Paula Beatriz Cahuasa

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