El empoderamiento de la ciudadanía es, definitivamente, uno de los principales motores para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, trazados por las Naciones Unidas (ONU), en el marco de la Agenda 2030.
Estos retos para el desarrollo, sumados a la necesidad de impulsar una nueva forma de diseñar soluciones viables a problemáticas complejas de los países con economías emergentes, llevaron al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a crear los Laboratorios de Aceleración (AccLabs) para mapear, explorar y experimentar soluciones locales a través de nuevos conocimientos, metodologías y equipos que activan en cada país alianzas y proyectos para re-imaginar el futuro del desarrollo sostenible.
“No existen ideas nuevas, tan sólo nuevas formas de conceder poder y espacio en nuestras vidas a las ideas que apreciamos”, decía Audre Lorde, escritora afroamericana, y que perfectamente refleja el rol que han asumido los Laboratorios de Aceleración en el mundo, particularmente en el país.
Diego Suárez, líder de Experimentación del Laboratorio de Aceleración del PNUD en Bolivia sostiene que estos espacios son “sueños hecho realidad, en el sentido de que estamos empoderando a la ciudadanía”.
Los (AccLabs) colaboran con las personas, los gobiernos, la academia y las empresas para reformular el concepto de desarrollo. En este contexto se enmarca la alianza estratégica entre el PNUD y la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) para la formación de nuevas y disruptivas capacidades en jóvenes y emprendedores.
Suárez asegura que soluciones tecnológicas como los Laboratorios de Fabricación (FabLabs) facilitan la vida y trabajo de miles de jóvenes y emprendedores que tienen grandes ideas e iniciativas, pero no encuentran dónde desarrollarlas y hacerlas realidad.
“Si trabajo en textilería y el cortar un cuero me resulta muy difícil (…), tenemos estos espacios que me faciliten el trabajo. Están abiertos no solamente a los estudiantes, sino a toda la ciudadanía boliviana”, indica el experto, a propósito de la apertura del FabLab Santa Cruz, una iniciativa de Unifranz con el apoyo del PNUD en Bolivia.
En el país hay miles de bolivianos creativos con una infinidad de ideas para resolver problemas que, muchas veces, parecen imposibles de solucionar. “Estos espacios son para identificar a personas que tienen una idea y quieren lograrlo. Estos espacios son para trabajar y ver soluciones, buscando cerrar brechas de desigualdad”, agrega.
Las nuevas tecnologías están acelerando a la sociedad en todos los ámbitos y, también, están profundizando algunas brechas de género, económicas, sociales y tecnológicas. El trabajo de los Laboratorios de Fabricación, modernos e inclusivos permite trabajar en el desarrollo de la región y acortar brechas que impiden la construcción de sociedades más justas y equitativas.
“Las puertas están abiertas para toda la comunidad, para quienes quieran resolver un problema, quieran aprender algo y decir, yo quiero esta solución. La idea es que vengan para que vayamos haciendo más corta esa brecha tecnológica, desde la academia y la cooperación internacional, en favor de toda la ciudadanía”, puntualiza Suárez.
La clave está en perder el miedo y dar un salto de fe
Suárez desafía a los jóvenes, universitarios, estudiantes de colegio y emprendedores del país, a pensar en un trabajo colaborativo, totalmente distinto, a partir de los FabLabs.
Un trabajo renovado consiste en identificar cuál es mi rubro per se (en sí mismo) y desarrollar la idea con makers y fabers que se mueven en estos espacios tecnológicos haciendo volar su imaginación.
“La universidad ya tiene el FabLab Santa Cruz que está abierto para toda la ciudadanía. Basta que vengan con su idea y aquí tienen todo un equipo de gente experimentada que está trabajando en estas áreas, especialistas en chips, en corte láser, en corte máquina, en máquinas 3D. La idea es venir, dar forma a sus ideas innovadoras, por muy locas que sean”, dice el funcionario del organismo internacional.
El Laboratorio de Aceleración del PNUD Bolivia apoya de forma sostenida este tipo de iniciativas que hacen realidad sueños anhelados por muchos años y que tienen el único fin de empoderar al emprendimiento ciudadano enfocado en jóvenes y mujeres.
El FabLab Santa Cruz está abierto a toda la ciudadanía, no solo a estudiantes de la universidad, sino a estudiantes de colegio y ciudadanos de a pie que quieran comenzar a trabajar en “re-imaginación de lo que pueden hacer”.
“Qué mejor que enfocarnos en las soluciones que nos da la propia ciudadanía, entendiendo cuál es el problema, cuál es la hermenéutica y cómo podemos prototipar estos resultados para así solucionar los problemas más grandes”, agrega.
Trabajar a partir del knowledge ancestral
Para Suárez, en el país se debería trabajar en soluciones a partir de la recuperación de procesos y un knowledge (conocimiento) ancestral.
“Si logramos trabajar en una solución específica, sin olvidarnos de los conocimientos ancestrales, podemos tener resultados magníficos, proponiendo soluciones por ejemplo a la cosecha del agua, a los incendios, a la creación de territorios inteligentes o a la seguridad ciudadana.”, dice.
Sistematizar procesos
Los FabLabs tienen el desafío de sistematizar procesos de manufactura que sean en 3D, con máquinas CNC y láser, a fin facilitar el trabajo de emprendedores, estudiantes de colegio y universitarios que muchas veces pierden el tiempo en una actividad que podría ser resuelta de forma más corta y sistematizada.
“La mano de obra y el trabajo renovado para la gente está aquí. Pensar y soñar en las soluciones a las cosas que día a día hago y que podrían facilitar la vida de mi trabajo (…), esa solución la puedo tener a gran escala en estos espacios”, finaliza el líder de Experimentación del PNUD Bolivia.