El proverbio popular dice: ‘pequeñas acciones, grandes cambios’. En un mundo de tecnología efímera, Alejandro Rodríguez, docente de Ingeniería de Sistemas en la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), recomienda cinco prácticas para un uso responsable del celular que contribuyen al cuidado del planeta: alargar la vida útil del dispositivo, reciclarlo o desecharlo adecuadamente, optimizar el consumo de energía, reducir el uso de datos y utilizar apps ecoamigables.
“Los algoritmos verdes son los que se utilizan para minimizar el impacto ambiental de la tecnología. Se centran en reducir el consumo de recursos, la huella de carbono y otros aspectos ambientales negativos”, explica el experto en tecnologías.
En esa misma línea, compañías como Apple, HP, Fairphone, Microsoft, Samsung y Lenovo implementan programas de reciclaje, uso de materiales biodegradables y desarrollo de algoritmos verdes. Según Rodríguez, estos algoritmos consisten en conjuntos de instrucciones diseñados para consumir menos recursos sin sacrificar los resultados esperados.
Por su parte, Pedro Sáenz, vicerrector de Unifranz La Paz, resalta la importancia de involucrar a las nuevas generaciones en la preservación ambiental y fomentar una conciencia sobre la responsabilidad individual y colectiva.
Las medidas son urgentes, puesto que aunque los equipos móviles son pequeños en tamaño su impacto es alto para el planeta. Según estimaciones de la industria, su fabricación y uso generan aproximadamente el 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Además, la constante demanda de nuevos modelos fomenta un ciclo insostenible de consumo, con toneladas de residuos electrónicos producidos cada año.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que cada año se producen cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo, mucho de la chatarra tecnológica se genera por los celulares.
El experto boliviano propone estas cinco formas sostenibles de usar el celular:
- Alargar la vida útil del dispositivo
Los nuevos modelos de celulares, con mejores características, aparecen constantemente, lo que puede generar el deseo de adquirir un dispositivo más reciente. Sin embargo, extender la vida útil de un teléfono reduce la demanda de recursos para fabricar nuevos dispositivos y disminuye la generación de desechos electrónicos.
- Reciclaje y disposición adecuada
Cuando un celular llega al final de su vida útil, es esencial desecharlo adecuadamente, optando por programas de reciclaje ofrecidos por fabricantes y tiendas. Esto permite recuperar materiales valiosos y minimizar el impacto ambiental.
- Uso eficiente de la energía
Adoptar prácticas que optimicen el consumo energético del celular no solo prolonga la vida del dispositivo, sino que también reduce su huella ambiental. Ajustar el brillo de la pantalla, cerrar aplicaciones en segundo plano y evitar dejarlo cargando durante toda la noche son medidas simples, pero efectivas.
- Reducción del consumo de datos
El uso de datos móviles incrementa el consumo energético tanto del dispositivo como de los centros de datos y redes que soportan la actividad en línea. Conectarse a redes Wi-Fi cuando sea posible y descargar contenido para usar sin conexión son prácticas que pueden reducir este impacto.
- Adopción de aplicaciones y prácticas ecológicas
Existen aplicaciones diseñadas para fomentar hábitos sostenibles, como monitorear el consumo de agua, promover la movilidad sostenible o reducir el desperdicio. Usar el celular como herramienta para adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente puede tener un impacto positivo significativo.