Bolivia y el desafío para mejorar la apertura de empresas

By Leny Chuquimia

De acuerdo al “Índice de Burocracia 2025”, del Centro Adam Smith para la Libertad Económica, de la Universidad Internacional de Florida, en Bolivia se requieren 2.060 horas para constituir una empresa mediana, una de las cifras más altas a nivel mundial. El dato, lejos de ser anecdótico, refleja un entramado burocrático que desalienta la formalización, fomenta la informalidad y resta competitividad frente a otros países de la región.

La advertencia no es nueva. Desde sectores productivos hasta analistas y expertos han advertido que el país enfrenta uno de sus retos más urgentes en materia económica: simplificar y agilizar la apertura de empresas.

Flexibilidad en las normas impositivas y laborales, digitalización de los trámites y requisitos menos ampulosos son parte de algunas mejoras necesarias, explica Santiago Laserna, director de proyectos del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES).

“Lo que ayuda a promover las empresas en general, ayuda también a promover a las empresas creativas. Eso es dar un poco más de flexibilidad a los emprendedores, no pagar impuestos pesados de entrada, sino darles la oportunidad de ir creciendo antes de caerles con impuestos”, dijo Laserna.

La reflexión de Laserna coincide con la realidad de miles de pequeños negocios que deben asumir obligaciones tributarias incluso antes de generar utilidades. Este esquema golpea especialmente a los emprendimientos emergentes, que suelen operar con recursos limitados y necesitan tiempo para consolidarse.

Un camino plagado de obstáculos

Los requisitos actuales para abrir un negocio en Bolivia incluyen múltiples trámites municipales, inspecciones, permisos, pagos de patentes, licencias de funcionamiento, licencias de publicidad y registros tributarios. Cada instancia exige documentos, presencias físicas y tiempos de espera. 

En un contexto en el que otros países han apostado por la digitalización de procesos, Bolivia todavía mantiene un modelo que obliga al ciudadano a peregrinar de oficina en oficina. Lo hace cargado de un sin fin de documentos físicos, en originales y fotocopias. Y eso es solo antes de empezar las inspecciones a las infraestructuras.

El Índice Global de Complejidad Corporativa (GCBI) ubica a Bolivia entre los países más difíciles para hacer negocios en el mundo, debido a factores como un sistema tributario anticuado, procedimientos poco claros y la falta de un marco regulatorio uniforme en todos los municipios. A esto se suma la rigidez laboral, que incrementa los costos de contratar formalmente.

Para muchos empresarios y emprendedores, el exceso de trámites y la falta de incentivos son los principales enemigos del crecimiento. Ante ello, la pregunta que surge es evidente: ¿cómo transformar un sistema que parece diseñado para frenar al emprendedor antes que para acompañarlo?

Reformas estructurales necesarias

“Es muy difícil sacar una licencia de funcionamiento, es muy difícil sacar una licencia de publicidad y a veces ni siquiera cumplen la función que deberían cumplir”, afirma Laserna.

Añade que el país ingresó en una máquina de burocracia de la que es difícil salir. Sin embargo, observa algunas medidas que podrían mejorar los tiempos y costos, además de fomentar la formalización de los emprendimientos y su permanencia en operaciones.

Entre las medidas que recomienda está la digitalización de los trámites. Esto ayudaría a que todos los procesos para abrir empresas puedan realizarse en línea, reduciendo la presencia física a lo indispensable.

También deberían fijarse plazos máximos y transparentes para la emisión de licencias y registros, con sanciones en caso de incumplimiento. Esto también reduciría  la corrupción que se genera en torno a la aprobación de estos permisos.

Otro aspecto que considera importante es la flexibilidad impositiva para permitir a nuevas empresas operar durante un periodo inicial sin cargas tributarias excesivas, para facilitar su consolidación. De la misma forma, en lo laboral, podría habilitarse modalidades de contratación por horas o contratos intermitentes que permitan a las pequeñas empresas adaptarse a su capacidad real de pago.

Y un punto infaltable es la educación emprendedora. Generar una cultura que entienda el fracaso como parte del proceso de aprender y mejorar.

“Ayudar a los bolivianos a aceptar que el fracasar no es algo malo sino parte del proceso, y uno tiene que fallar y fracasar 10 o 15 veces antes de tener éxito. Entonces es parte también de una reforma educativa que transforme la manera de pensar”, sostiene.

III Foro Internacional de Economía Creativa

En este debate, la economía creativa tiene un lugar especial. Durante el III Foro Internacional de Economía Creativa, realizado en Bolivia, se discutió cómo las trabas burocráticas afectan también a industrias culturales, artísticas y tecnológicas. 

Los participantes coincidieron en que un diseñador gráfico, un productor audiovisual o un emprendedor digital enfrentan los mismos trámites que una empresa industrial, sin que el sistema reconozca sus particularidades. El foro planteó la necesidad de marcos regulatorios diferenciados y de políticas públicas que estimulen la innovación en sectores donde la creatividad es el principal capital.

Los desafíos para mejorar la apertura de empresas en Bolivia no son menores, pero existen oportunidades claras de reforma. El ejemplo de países vecinos que han implementado ventanillas únicas digitales, regímenes tributarios simplificados y sistemas laborales flexibles muestra que es posible avanzar hacia un modelo más amigable con el emprendimiento.

El impulso emprendedor no se apaga, pero necesita un entorno más justo y favorable. Necesita  de un país donde abrir una empresa no signifique navegar 2.060 horas de trámites, sino dar el primer paso hacia la innovación y el desarrollo.

Fuente: Santiago Laserna, director de proyectos del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), spikear en el III Foro Internacional de Economía Creativa.

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *