Triple hélice, motor para formar capital humano y generar empleo

By Paula Beatriz Cahuasa

La colaboración entre el Estado, el sector empresarial y la academia, conocida como el modelo de la triple hélice, se ha consolidado como un pilar esencial para afrontar los desafíos de la economía moderna. Este enfoque promueve la formación de futuros profesionales dotados de competencias técnicas y humanas, capaces de resolver problemas reales y contribuir al desarrollo de la sociedad.

En un contexto donde la economía 4.0, la inteligencia artificial (IA) y la economía creativa marcan el camino hacia el futuro, esta sinergia se presenta como la clave para formar capital humano competitivo y generar empleo sostenible, asegura Rolando Kempff, presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz. 

“Empresarios y universidades tenemos que generar los empleos del mañana; ¿qué quiere decir eso? Tenemos que aplicar la economía 4.0 del talento y la economía 5.0, tenemos que generar inteligencia artificial y fomentar sectores estratégicos como la economía naranja”, destacó el empresario paceño durante la tercera feria de empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, que reunió a líderes de diversos sectores.

El impacto potencial es enorme. Solo la economía naranja podría generar alrededor de 3.000 millones de dólares en el país, pero requiere un entorno propicio.

“Necesitamos seguridad y estabilidad para atraer inversiones y desarrollar el turismo. Nuestro país tiene un gran potencial, pero es esencial abrir los cielos y encontrar estrategias de desarrollo adecuadas”, agrega.

La triple hélice como solución estructural

Para el empresario, la colaboración entre la empresa, la universidad y el gobierno puede ser la base para un futuro prometedor. “Debemos generar oportunidades para los jóvenes que están saliendo de las universidades, dotándolos de las herramientas tecnológicas del futuro”.

Este enfoque es crucial, sobre todo después de la pandemia. A partir de ese momento se aceleró la digitalización en todos los sectores

“Hoy en día, tenemos un amplio desarrollo digital. Muchas empresas han cambiado su dinámica de trabajo, aunque algunas aún requieren presencia física. La tecnología digital es una herramienta indispensable en esta transformación”, puntualiza.

La importancia de la formación tecnológica en La Paz

La ciudad de La Paz está experimentando un crecimiento notable en el ámbito tecnológico, lo que representa una oportunidad única para los jóvenes profesionales. 

“La Paz es la segunda locomotora económica del país, generando cerca de 14.000 millones de dólares en bienes y servicios. El futuro de la región está en el desarrollo del norte paceño amazónico, con proyectos de agricultura, piscicultura y energía eléctrica”, explica.

El énfasis en la matriz energética es clave, por eso, según Kempff, “debemos transitar de la dependencia del gas y el diésel a fuentes de energía eléctrica renovable. La construcción de represas en La Paz podría cambiar el panorama energético, mitigando los problemas actuales de abastecimiento”.

Formalización del empleo y nuevas tecnologías

Uno de los desafíos más urgentes en el país es la alta tasa de informalidad. Actualmente, solo el 20% del empleo es formal, mientras que el 80% restante pertenece al sector informal. “Debemos integrar a estos trabajadores mediante nuevas tecnologías y el enfoque de la triple hélice, lo que permitirá una mayor formalización y contribuirá al desarrollo económico del país”, indica el líder empresarial.

Sin embargo, para que esta colaboración sea efectiva, es indispensable que existan políticas gubernamentales que faciliten la inversión y la seguridad jurídica. 

“El sector de hidrocarburos requiere una apertura significativa. Actualmente, la legislación es demasiado restrictiva, lo que disuade a los inversionistas extranjeros. Es fundamental replantear este marco legal para atraer inversiones que impulsen el crecimiento”, manifiesta el representante del sector privado.

Lo mismo ocurre con la minería. “Si no abrimos este sector, seguiremos dependiendo de cooperativas pequeñas en lugar de desarrollar proyectos de gran escala que realmente contribuyan a la economía nacional”, advierte.

Bolivia cuenta con un Producto Interno Bruto (PIB) de 45.000 millones de dólares en bienes y servicios. Sin embargo, el crecimiento ha sido modesto en los últimos años. 

“Mientras que antes crecíamos un 3,4%, este año apenas alcanzaremos un 1,4%. Esto es preocupante, dado que solo el 20% del empleo es generado por el sector empresarial formal”, explica.

Para cambiar esta situación, Kempff señala que es necesario ampliar el desarrollo del sector productivo, ya que el sector empresarial es crucial para la economía y se debe facilitar su expansión a través de un marco regulatorio más flexible.

El modelo de la triple hélice ofrece una solución viable para los desafíos del mercado laboral actual y futuro. La integración de tecnologías avanzadas, la apertura económica y la colaboración efectiva entre el Estado, la academia y el sector empresarial son fundamentales para la formación de un capital humano competitivo y la creación de empleo sostenible.

El futuro del país depende de esta sinergia, que no solo impulsa el desarrollo económico, sino que también sienta las bases para una sociedad más equitativa y tecnológicamente preparada.

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