Quimera promueve miel del Amboró con un proyecto de economía sustentable

Quimera promueve miel del Amboró con un proyecto de economía sustentable

Quimera es un emprendimiento que nace en 2020, luego de la creación de un centro apícola con enfoque de conservación. Alex Banegas y Rosa Guizada son sus impulsores. Recientemente obtuvo capital semilla del Instituto Mujer y Empresa (IME) luego de participar en un proceso de capacitación gracias al Programa Nacional de Incubación “Impulsamos Bolivia”.

El centro apícola Quimera produce miel se proyecta como un programa de conservación de bosques en la zona de los valles cruceños mientras apoya a familias de la región a desarrollar una economía sostenible y de cuidado de su ecosistema.

Una de sus impulsoras, Rosa Guizada, ingeniera ambiental, voluntaria y apasionada por el cuidado del medio ambiente, destaca que el proyecto fue trabajado con comunarios del área protegida Amboró, con un solo requisito: conservar el bosque.

“Trabajamos formando una sociedad y apoyando a los comunarios de la zona de amortiguamiento del Parque Amboró para que ellos puedan generar ingresos a través de la apicultura, con la condición de coadyuvar en la conservación del bosque circundante al apiario”, indica la emprendedora.

El Amboró protege importantes cuencas hidrográficas que proveen de agua a muchas comunidades del departamento. Asimismo, goza de ecosistemas, recursos genéticos y especies de flora y fauna de gran importancia. Tiene una gran belleza paisajística de las serranías y formaciones geomorfológicas, según el portal digital del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP).

“Impulsamos Bolivia” es liderado por tres instituciones que son, a su vez, incubadoras bolivianas. El IME de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Actívate Sucre y EmprendeBo, quienes en alianza con Bridge For Billions, una organización internacional líder en programas de incubación internacional, y con el apoyo de PESLATAM, entidad dedicada a promover el emprendimiento social en América Latina y el Caribe, trabajaron de forma colaborativa para llevar adelante el programa.

30 hectáreas de bosque protegidos

Quimera trabaja con tres apiarios y apoya a tres familias que viven de esta actividad en los valles cruceños, en la zona sud del Parque Amboró, específicamente en el municipio de Pampagrande. 

Su aporte más importante es que están coadyuvando a la protección de 30 hectáreas de bosque en un parque amenazado por la agroindustria, el narcotráfico, la caza de animales silvestres y, fundamentalmente, por el cambio climático que ha provocado la devastación de grandes extensiones de territorio virgen en esa región.

Producción de miel

El producto estrella del emprendimiento es la miel en diferentes variedades: algarrobo, cactáceas y multifloral. Los tipos de miel dependen del bosque de dónde sacan el néctar las abejas. Una miel de algarrobo, por ejemplo, es más espesa y color oro y proviene del bosque de algarrobo también conocido como cupesi o tajko.

En tanto, la miel multifloral es de áreas donde no hay predominantemente un tipo de árbol y las abejas recolectan néctar de varios árboles y flores.

También produce propóleo seco y tintura madre, que se utiliza en tratamientos bucales como la periodontitis, la caries dental o la gingivitis, así como enfermedades respiratorias como la gripe, bronquitis, faringitis, anginas, sinusitis, asma y tuberculosis.

Guizada asegura que deben salvar otros escollos vinculados a temas legales que les permitan ampliar su área de trabajo y conservación a fin de llegar a más familias socias.

La emprendedora puntualiza que el capital semilla que recibieron es un impulso para seguir creciendo y entrar al mercado local y nacional. Les dio la posibilidad de validar, reajustar y formalizar la creación del centro apícola Quimera para seguir construyendo el sueño de conservar los bosques a través de la apicultura.

Programa de incubación, fue una gran experiencia

Guizada afirma que haber participado en el programa de incubación del Programa Impulsamos Bolivia fue “enormemente” satisfactorio por todos los conocimientos adquiridos.

“La experiencia con el programa de incubación fue muy enriquecedora ya que gracias al proceso que nos proporcionó la plataforma tengo clara la visión de la empresa hacia dónde queremos llegar y cómo vamos a poder alcanzar nuestros objetivos. Me pareció muy productivo ya que nos ayudó a trabajar cada uno de los módulos y concluir en documentos clave como el resumen ejecutivo y el plan de negocio”, dice.

Leticia Miranda (mentora, Xiomara Sambrana, Verónica Agreda

Mentora y emprendedora aprendieron con el programa

Trabajar con miel es gratificante porque se conserva a un insecto tan noble como es la abeja, cuyo rol dentro del proceso de polinización es clave y de gran impacto ambiental.

Leticia Miranda Meyer, mentora de Quimera, asevera que en el proceso de capacitación ambas aprendieron, desde lo más básico, desde cómo se produce la miel hasta cómo poder comercializar generando ganancia.

“Hemos tenido una experiencia ambas. La abeja no es solamente un pequeño insecto, es parte de nuestra comunidad, es parte de nuestra vida y creo que necesitamos enfocarnos un poco hacia la naturaleza y eso es lo que hemos visto, es lo que me ha gustado, sobre todo de este emprendimiento”, concluye Miranda.
Alex Banegas y Rosa Guizada son sus impulsores de Quimera

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